Nissan Motor, que ha caído en una enorme pérdida neta, tiene la política de reducir siete fábricas en todo el mundo para la reestructuración de la gestión, incluyendo fábricas nacionales como objeto de consideración.
Además, planea reducir aproximadamente 20,000 empleados tanto en el país como en el extranjero, implementando medidas de reconstrucción más profundas que antes, y el foco está en si podrán mejorar el rendimiento financiero.
Anoche, Nissan Motor anunció los resultados financieros del grupo para el último año fiscal, que mostraron una enorme pérdida neta de 670.8 mil millones de yenes debido a la baja en las ventas en sus principales mercados y a la contabilización de pérdidas por deterioro relacionadas con la revisión del valor de los activos en las fábricas.
La empresa tiene la política de reducir siete de las 17 fábricas que producen vehículos, incluyendo las ya anunciadas en Argentina e India, y las fábricas nacionales también están siendo consideradas.
Además, junto con los planes ya anunciados, se propone reducir aproximadamente 20,000 empleados, que equivalen al 15% del total del grupo, tanto en el país como en el extranjero, para el año fiscal 2027. La empresa apunta a reducir costos en 500 mil millones de yenes para el próximo año fiscal.
El presidente Iván Espinosa declaró a la prensa la noche del día 13: “El rendimiento fue mucho peor de lo esperado, por lo que hemos llegado a la conclusión de que las medidas tomadas hasta ahora no son suficientes. Lo importante es conducir a un futuro sostenible y recuperar la estabilidad de la gestión, lo cual es una tarea urgente”.
El foco estará en si pueden implementar de forma firme medidas de reestructuración más profundas mediante la eficiencia de la producción y la reducción de costos, y así mejorar el rendimiento financiero.
Resumen: NHK
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