Un tribunal de la prefectura de Toyama condenó a ocho años de prisión a un hombre de 54 años, exdirectivo identificado como Daimon Koji, por haber abusado sexualmente de su hija cuando ella estaba en el bachillerato.
Los hechos ocurrieron hace nueve años y, según la sentencia, las agresiones se repitieron desde que la víctima cursaba segundo de secundaria.
Daimon admitió haber tenido relaciones sexuales con su hija, pero alegó que ella no se encontraba en estado de indefensión y se declaró no culpable; el juez rechazó esa versión y aplicó la pena solicitada por la fiscalía, subrayando que el acusado se aprovechó de circunstancias que dificultaban la detección de los abusos y que es comprensible el deseo de la víctima de que su padre reciba un castigo severo. La defensa aún no ha decidido si apelará.
Tras el fallo, la mujer, Riho Fukuyama, hoy de 25 años, dijo sentirse satisfecha de haber usado su nombre real y relató que recibió testimonios de otras víctimas que encontraron en su valentía un impulso para hablar.
Fukuyama pidió visibilizar que el abuso sexual también ocurre dentro de las familias y llamó a la sociedad a no mirar hacia otro lado y a actuar cuando sospeche que alguien sufre violencia sexual.







