La decisión del presidente de EE. UU., Donald Trump, de suspender la ayuda militar a Ucrania ha enviado ondas de choque alrededor del mundo. Ha impulsado a los aliados de Ucrania a expresar una nueva determinación y ha provocado una grave preocupación entre aquellos que están en la mira de la agresión rusa.
Las personas en la capital ucraniana, Kyiv, están consternadas por la decisión de un país que había sido un aliado firme. Un hombre dijo: “Me siento mal por mis amigos que sirven, y solo quiero que estén vivos”.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, escribió en X el martes que está dispuesto “a hacer las cosas bien” con EE. UU. Llamó a la tumultuosa reunión de la semana pasada con Trump “lamentable”, añadiendo que está listo para firmar un acuerdo que le dé a EE. UU. acceso a los recursos naturales de Ucrania.
Los líderes en Europa dicen que su apoyo sigue siendo firme. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo el martes: “Europa está lista para aumentar masivamente su gasto en defensa, tanto para responder a la urgencia a corto plazo de actuar y apoyar a Ucrania, como para abordar la necesidad a largo plazo de asumir más responsabilidad por nuestra propia seguridad europea”.
Von der Leyen anunció un fondo de defensa que ascendería a 800 mil millones de euros, o alrededor de 840 mil millones de dólares. Dijo que los líderes de la Unión Europea celebrarán una reunión de emergencia el jueves para discutir los detalles.
Los líderes en Rusia dieron la bienvenida a la decisión de Trump. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, la describió como “la mejor contribución a la causa de la paz”.
Resumen: NHK
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