En Japón, el número de casos en los que la policía contrata intérpretes externos para entrevistar a sospechosos y víctimas extranjeros alcanzó aproximadamente 66,100 en el año fiscal 2023, un aumento de 1.7 veces en comparación con hace diez años.
A pesar de contar con alrededor de 4,200 intérpretes internos, el crecimiento rápido de residentes extranjeros y la necesidad de cubrir idiomas menos comunes han llevado a una mayor dependencia de intérpretes del sector privado.
La cantidad de casos de interpretación subcontratada ha aumentado anualmente desde aproximadamente 38,600 en el año fiscal 2013. Aunque hubo una disminución en 2021 debido a la crisis del COVID-19, la tendencia se reanudó y superó nuevamente los 60,000 casos en 2022.
El aumento de residentes y turistas extranjeros ha contribuido a este fenómeno, lo que ha llevado a un incremento en delitos y accidentes involucrando a extranjeros.
Las fuerzas policiales están tomando medidas para mejorar sus habilidades lingüísticas, enviando personal joven a entrenamientos de idiomas. Sin embargo, la escasez de intérpretes capacitados persiste, y el costo de la interpretación privada alcanzó un récord de 42 millones de yenes en 2023.
Asegurar la calidad de la interpretación también se presenta como un desafío, como se evidenció en un caso reciente donde una mujer filipina fue absuelta por cargos basados en una mala interpretación. La mujer llevaba detenida más de dos años con el derecho de visita restringido. Su abogada, Miwako Honjo, criticó el caso diciendo: “Las autoridades investigadoras acusaron a la mujer basándose en la suposición de que había comercializado drogas ilegales, sin verificar adecuadamente los hechos a pesar de que la interpretación contenía errores básicos.”
Resumen: Mainichi
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