Nissan Motor está enfrentando dificultades económicas y busca reestructurar su gestión, lo que incluye la reducción de dos plantas en la prefectura de Kanagawa: la planta de Oppama y la planta Shonan de su subsidiaria Nissan Shatai. Esta información fue revelada a través de fuentes relacionadas y ha causado preocupación en la comunidad local.
Nissan planea reclutar trabajadores para jubilaciones anticipadas entre julio y agosto de este año, algo que no hacía en Japón desde hace 18 años.
El objetivo global es reducir 20,000 empleados para el próximo año.
La oferta está dirigida a empleados administrativos con más de 5 años de antigüedad, entre 45 y 65 años.
La empresa ya ha notificado a los empleados afectados.
Nissan reducirá sus plantas de producción de 17 a 10 en todo el mundo.
En Japón, 5 plantas están bajo consideración para cierre, incluyendo las dos ubicadas en Kanagawa.
En Oppama, la comunidad local expresa gran inquietud por el impacto económico potencial. Se estima que unos 3,900 empleados podrían verse afectados.
Comercios y servicios cercanos dependen en gran medida de los trabajadores de Nissan.
Habitantes y comerciantes locales temen que el cierre de las plantas convierta la zona en una “ciudad fantasma” debido a la fuerte dependencia económica que tiene la región con Nissan.
El dueño de un bar local recordó cómo Nissan apoyaba festivales y actividades comunitarias, subrayando la estrecha relación entre la empresa y la comunidad.
En 2001, Nissan cerró su planta Murayama en Tokio durante una crisis anterior. La zona sufrió un gran cambio, perdiendo actividad económica y comercial. Actualmente, gran parte del terreno está abandonado y cubierto de vegetación.
Esta experiencia genera preocupación para que Oppama no sufra un destino similar.
Nissan ha declarado que no ha emitido información oficial sobre cierres específicos. La empresa estudia cuidadosamente las decisiones para minimizar impactos en empleados y comunidades.