El gobierno japonés, liderado por el Primer Ministro Shigeru Ishiba, ha solicitado al gobierno de Trump que excluya a las empresas japonesas de un arancel del 25% anunciado para el acero y el aluminio.
Aunque Trump ha declarado que no habrá excepciones, Japón está tratando de negociar una exclusión.
Ishiba ha mencionado que la inversión prometida de 150 billones de yenes en EE.UU. es responsabilidad del sector privado, no del gobierno.
Isuzu Motors anunció una nueva planta en Carolina del Sur, y SoftBank ha invertido 1.5 mil millones de dólares en OpenAI.
Además, ejecutivos de Nippon Steel han viajado a EE.UU. para posiblemente negociar con Trump sobre el arancel.