Japón está considerando ampliar la importación de arroz estadounidense como parte de las negociaciones arancelarias con Estados Unidos, en el marco de las tensiones comerciales conocidas como “aranceles Trump”.
El primer ministro Ishiba Shigeru se reunió con el nuevo embajador de EE.UU. en Japón, George Glass, quien se mostró optimista sobre alcanzar un acuerdo arancelario pronto. Se espera una segunda ronda de negociaciones la próxima semana entre el ministro de Economía y el secretario del Tesoro estadounidense.
Dentro del gobierno japonés se contempla incluir la importación de arroz estadounidense como moneda de cambio. Actualmente, Japón importa sin aranceles alrededor de 770,000 toneladas anuales bajo un acuerdo internacional, pero la propuesta implica aumentar esta cantidad.
Algunos funcionarios creen que importar más arroz estadounidense podría ser beneficioso para evitar el aumento excesivo del precio del arroz nacional, que ha alcanzado un máximo histórico.
Sin embargo, agricultores y grupos relacionados con la agricultura se oponen fuertemente, advirtiendo que esto dañaría seriamente la producción nacional y afectaría a los agricultores japoneses.
El secretario general del comité “Reiwa no Hyakusho Ikki”, Takahashi Hiromichi, expresó que no hay beneficios para los agricultores ni para el pueblo japonés y criticó la idea de importar más arroz tras reducir voluntariamente la producción (reducción de cultivos).
El ministro de Agricultura, Etō Taku, cuestionó si depender del arroz extranjero para un alimento básico sería beneficioso para Japón.
El presidente general del Partido Liberal Democrático (PLD), Suzuki Shunichi, destacó que el arroz es un tema muy sensible políticamente y que cualquier negociación debe proteger los intereses nacionales y la agricultura japonesa.
El analista político Gotō Kenji señaló que la coincidencia con las elecciones para la Cámara Alta en verano limita la posibilidad de una decisión rápida debido a que muchas regiones clave electorales dependen de la agricultura.
La ampliación de la importación de arroz estadounidense está en discusión como parte de las negociaciones arancelarias con EE.UU., pero enfrenta fuerte resistencia interna por su impacto en los agricultores japoneses y por razones políticas, especialmente con elecciones importantes próximas.