En medio de la discusión sobre cómo financiar las medidas económicas, ha surgido la propuesta de eliminar la exención del impuesto al consumo para los turistas extranjeros que visitan el país.
En Asakusa, Tokio, un popular destino turístico, se observa una gran afluencia de visitantes extranjeros que aprovechan el tipo de cambio favorable y la exención del impuesto para realizar compras. El gasto anual de turistas internacionales superó los 8 billones de yenes el año pasado, cifra récord.
Taro Aso, asesor principal del Partido Liberal Democrático, señaló que la exención del impuesto al consumo para estos turistas representa una pérdida fiscal superior a los 200 mil millones de yenes. Por ello, propuso en un reciente estudio eliminar esta exención como medida para aumentar los ingresos fiscales.
Aunque algunos turistas expresan que podrían verse afectados, muchos aseguran que seguirán visitando Japón debido a su atractivo. Sin embargo, comerciantes locales, especialmente en áreas con alta concentración de turistas extranjeros, temen una caída en las ventas.
Otra propuesta en debate es aumentar el impuesto de salida, actualmente de 1000 yenes por persona, a 5000 yenes. Esta medida podría incrementar los ingresos fiscales de 49 mil millones a 250 mil millones de yenes. Países como Estados Unidos y Australia tienen impuestos de salida más altos.
Entre los turistas, la mayoría acepta un aumento moderado del impuesto de salida, aunque algunos consideran que un incremento excesivo podría reducir la afluencia de visitantes.
El gobierno japonés evalúa estas opciones para equilibrar la necesidad de recursos fiscales con el mantenimiento del atractivo turístico del país.
