Un ciudadano chino, que se encuentra como acusado de un delito, presentó una demanda por daños y perjuicios contra la prefectura de Osaka, alegando que fue llevado a la sala de interrogatorios a la fuerza a pesar de haber declarado su intención de ejercer su derecho a guardar silencio.
El demandante es un hombre de 42 años de nacionalidad china quien fue arrestado en septiembre del año pasado por apuñalar a un compañero de trabajo y posteriormente acusado de lesiones.
Según la demanda, cuando la policía indicó al acusado ir a la sala de interrogatorios, el acusado respondió “No puedo ir. No aceptaré ningún interrogatorio, estoy ejerciendo mi derecho a guardar silencio.” El acusado asi expresó su intención de ejercer el derecho a guardar silencio y rechazó el interrogatorio.
Sin embargo, la policía le dijo que no hay otra opción, tiene la obligación de someterse al interrogatorio. Además los agentes le pusieron esposas y una cuerda en la cintura, lo sentaron en una silla de ruedas y lo llevaron a la sala de interrogatorios.
El acusado sostiene que la actuación de la policía constituye una “coacción para declarar” prohibida por la Constitución, y que se violaron sus derechos, incluyendo el derecho a guardar silencio, por lo que solicita una indemnización de 1.1 millones de yenes a la prefectura de Osaka.
En la rueda de prensa el abogado representante del acusado, Iwao Takayama cuestionó así: “¿Se puede llamar un derecho a ese derecho si solo se puede ejercer después de soportar cinco horas, o hasta ocho horas en casos prolongados, de preguntas constantes frente a los investigadores?”
Ante la demanda, la policía de Osaka comentó: “Cuando un detenido se niega a salir del centro de detención, en ocasiones se utiliza la fuerza física mínima necesaria para hacerle que salga.”
