Una mujer de 28 años originaria de Myanmar, que trabajaba en un restaurante de ramen en Tokio bajo el programa de trabajadores con habilidades específicas, presentó una demanda contra la empresa operadora del local, Mitsuyado Seimen, exigiendo el pago de aproximadamente 1.7 millones de yenes en salarios y compensaciones no recibidas.
Según la denuncia, la mujer llegó a Japón en enero de 2025 con un contrato que establecía un salario básico mensual de 250,000 yenes con deducciones por seguro y vivienda, dejando un ingreso neto de 180,000 yenes.
Sin embargo, tras un mes, la empresa le pidió que renunciara y le exigió devolver costos iniciales de vivienda que había cubierto, lo que ella rechazó. La compañía descontó unilateralmente estos gastos de su primer sueldo en marzo, dejándola sin ingresos ese mes.
Los descuentos continuaron en abril y mayo, reduciendo su salario a 40,000 yenes y 120,000 yenes, respectivamente. A pesar de sus reclamos, la empresa mantuvo su postura, lo que llevó a la mujer a renunciar en junio. Con apoyo legal, presentó la demanda el 16 de junio ante el Tribunal de Distrito de Tokio, alegando que las deducciones sin consentimiento violan la Ley de Normas Laborales.
El programa para trabajadores con habilidades específicas, vigente desde 2019, busca cubrir la escasez laboral en sectores como la gastronomía, permitiendo cambios de empleo dentro del rubro, pero prohibiendo trabajos paralelos. Durante los meses con salarios reducidos, la mujer dependió de ayuda de grupos de apoyo y amigos.
La abogada Satoko Tomita calificó la situación como una práctica inhumana que explota la vulnerabilidad de los trabajadores extranjeros con habilidades específicas.
Resumen: Mainichi
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