Un hombre peruano demandó al Estado por agresión por parte de funcionarios de inmigración en Osaka.
Hoy, el Tribunal de Distrito de Osaka reconoció la ilegalidad en parte de las acciones de los funcionarios y ordenó una indemnización de 110,000 yenes al Estado.
Se trata de Burgos Fujii, de nacionalidad peruana y tercera generación japonesa, sansei, quien tenía 44 años en ese momento.
Llegó a Japón en 1991, pero su permiso de residencia había expirado, y hace 8 años fue detenido en la Oficina de Inmigración y Control de Residencia de Osaka.
El peruano Fujii demandó al Estado por aproximadamente 2.2 millones de yenes en daños, alegando que recibió agresiones por parte de los funcionarios durante su detención, que le causaron fracturas, entre otros daños.
Según la demanda, Fujii fue aislado en una sala de protección por 14 horas en las que no pudo moverse ni ir al baño, etc, tras expresar su insatisfacción con la comida.
En un video que registró la situación en la oficina de inmigración en ese momento, se ve a cinco funcionarios sujetando a Fujii, quien está tendido en el suelo, y también se muestra que le colocaron esposas con las manos detrás de la espalda.
El uso de esposas en la oficina de inmigración está permitido únicamente en casos inevitables para prevenir fugas o suicidios, y la norma es colocarlas en la parte delantera, sin embargo, tal como se ve en el video, lo enmarrocan con las manos atrás.
El peruano también demandó que sufrió heridas por el maltrato de los guardias de Inmigración. En octubre del 2020, Burgos Fujii pidió en conferencia de prensa que no se trate a los extranjeros como animales. (Ver el video)
El juez dictaminó que el procedimiento de inmovilizar al peruano fue incorrecto y ordenó el pago de 110 mil yenes.
El peruano falleció hace dos años de cáncer. Su familia continuó con el juicio.