Washington quiere evitar que las automotrices chinas se instalen en México para exportar desde allí sus vehículos al mercado estadounidense sin aranceles, gracias al Tratado de Libre Comercio que comparten con Canadá.
Estados Unidos presiona a México para que frene las inversiones de China en el sector automotor, pero lo cierto es que las cifras son insignificantes. ¿Qué hay detrás de las demandas de Washington?
El sector automotriz en México se encuentra en una encrucijada, atrapado entre la creciente tensión comercial entre Pekín y Washington. Mientras México desempeña un papel crucial en la industria automotriz de Estados Unidos, los fabricantes chinos han comenzado a poner su mirada en el país, atraídos por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conocido como T-MEC. Este tratado permite a las empresas exportar a Estados Unidos y Canadá sin aranceles, lo que ha suscitado preocupaciones sobre el uso de México como un punto de entrada para vehículos chinos en el mercado estadounidense.
El Interés de los Fabricantes Chinos
Un ejemplo destacado es el gigante chino BYD, que ha mostrado interés en construir megafábricas en México. Sin embargo, Estados Unidos teme que las marcas de vehículos chinos puedan utilizar a México como un “caballo de Troya” para evitar aranceles. Este temor se basa en la percepción de que la inversión china en el sector automotriz podría amenazar la industria estadounidense.