Japan Post anunció que aceptará la cancelación del permiso para operar aproximadamente 2,500 camiones, tras descubrirse graves irregularidades en los controles de seguridad a sus conductores, incluyendo la falsificación de registros para ocultar la falta de verificaciones que previenen el consumo de alcohol al volante.
Una investigación interna en 3,188 oficinas postales reveló que en el 75% de los casos los controles eran inadecuados y se falsificaron más de 102,000 registros. Como resultado, el gobierno impuso esta severa sanción que impedirá a Japón Post usar estos vehículos durante cinco años.
La empresa informó que los camiones serán vendidos y los cerca de 4,000 conductores serán reubicados. Para mantener el servicio, se utilizarán vehículos ligeros propios para un 42% del transporte y se subcontratará el 58% restante a empresas como Yamato Transport, Sagawa Express y Seino Transportation.
Sin embargo, Japón Post mantiene un conflicto legal con Yamato Transport, que ha cuestionado la relación de subcontratación vigente. El presidente de Japan Post, Tetsuya Chida, afirmó que, pese a las diferencias, seguirán confiando en aquellos que realicen bien su trabajo para mantener los servicios.
El anuncio se produce en un momento crítico con el incremento de envíos por la temporada de regalos y las elecciones al Senado, por lo que la empresa se compromete a adaptar sus operaciones para garantizar la continuidad del servicio.
