Ayer, Toshiba anunció su primer plan de gestión a medio plazo (FY2024-26) desde su privatización. El plan contempla la reducción de hasta 4.000 empleados y el traslado y consolidación de las funciones de la sede central a la ciudad de Kawasaki.
La empresa promoverá la eficiencia de la gestión y elevará la proporción de beneficios de explotación sobre ventas desde el nivel actual de poco más del 1% hasta el 10%.
En los resultados financieros consolidados del ejercicio finalizado el 31 de marzo de 2012, que se anunciaron el mismo día, el beneficio/pérdida neto descendió a una pérdida de 74.800 millones de yenes. La empresa pretende reforzar su base financiera bajo el paraguas de un fondo de inversión y aspira a volver a cotizar en bolsa lo antes posible.
Toshiba invitará a la jubilación anticipada a los empleados mayores de 50 años de las empresas del grupo en Japón, y recortará hasta 4.000 puestos de trabajo, principalmente en departamentos indirectos, para finales de noviembre. El Presidente Taro Shimada declaró en la sesión informativa: “Esto es necesario para preservar la empresa durante los próximos 100 años, y siento una gran responsabilidad”.
La sede central se trasladará de su ubicación actual en Minato-ku, Tokio, a la ciudad de Kawasaki en la primera mitad del ejercicio del 2025, y también se promoverá la integración de las filiales. La empresa pretende aprovechar sus negocios de unidades de disco duro (HDD), ferrocarriles y otros cuya rentabilidad se está deteriorando, y luego asignar recursos de gestión para reforzar áreas como los semiconductores y los sistemas de generación de energía.
En una reunión informativa, Koji Ikeya, vicepresidente de Japan Industrial Partners (JIP), el fondo de inversión que compró Toshiba, criticó los planes de gestión anteriores, afirmando que habían sido “planes agresivos con escasa viabilidad”.
