Una empresa de la ciudad de Hamamtsu lanzará el 1 de marzo una mochila escolar que flota en el agua para así ayudar a proteger a los niños durante accidentes y desastres relacionados con el agua, basándose en las lecciones aprendidas del Gran Terremoto y Tsunami del Este de Japón de 2011 informa el diario Mainichi.
Sakae Shokai, fabricante y distribuidor de accesorios para gafas con sede en Hamamatsu (prefectura de Shizuoka), probó las nuevas mochilas “Ukuran” como chalecos salvavidas en alumnos de primaria en piscinas y en el lago local Hamana. Al parecer, los socorristas que las observaron dieron a las mochilas el visto bueno.
Las mochilas-chaleco salvavidas son idea de un hombre de unos 70 años que visitó la escuela primaria Okawa de Ishinomaki, en la prefectura de Miyagi, destruida por el tsunami desencadenado por el terremoto de 2011 con la pérdida de muchos alumnos y miembros del personal. No dejaba de preguntarse si habría habido alguna forma de salvar a los niños, y se le ocurrió la idea de las mochilas escolares que flotan. Entonces se puso en contacto con Sakae Shokai, y las reuniones para comercializar el producto comenzaron en febrero de 2018.
El desarrollo del producto se centró en que fuera fácil ponerse y quitarse la mochila, y en hacer múltiples agujeros para evitar que el agua se acumulara. Se llamó “Ukuran”, una composición de las palabras japonesas “uku” (flotar) y “randoseru”, mochilas escolares utilizadas tradicionalmente por los escolares japoneses de primero a sexto año de primaria.
La mochila, de 1,5 kilos, mide 35 centímetros de alto, 28 de ancho y 22 de fondo, y está hecha de nailon. Cuando se utiliza como chaleco salvavidas, la solapa delantera de la mochila se abate sobre la cabeza y puede sujetarse al pecho con un cinturón. En un experimento realizado por el Instituto de Investigación de Ingeniería Marina, la mochila se mantuvo a flote durante 24 horas.
Resumen: Mainichi
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