La policía entregó una carta de agradecimiento a una pareja que protegió a una niña de un año que caminaba sola por la calle en plena noche en la ciudad de Yotsukaido, prefectura de Chiba.
La comisaría de Yotsukaido, de la policía de la prefectura de Chiba, entregó la carta de agradecimiento a Hiroshi Mabuchi, de 31 años, y a su esposa Mutsumi, de 29, de la ciudad de Yotsukaido.
Hacia la 1:20 de la madrugada del 23 setiembre, los Mabuchi estaban en su casa cuando oyeron a una niña llorar y gritar desde el exterior. Cuando miraron, vieron a una niña caminando por la calle en una zona residencial, descalza y en pañales, llorando. Además, estaba lloviendo fuera.
Mutsumi se precipitó inmediatamente a su encuentro y la protegió. Cuando la cogió en brazos, el llanto cesó inmediatamente, pero gritaba “mamá, mamá” y parecía que buscaba desesperadamente a su madre.
La temperatura era baja en el exterior. Hiroshi le puso una chaqueta y miró a su alrededor, pero no vio a sus padres cerca, así que llamó a la comisaría de Yotsukaido. La niña resulató ilesa y a salvo y pudo volver con sus padres poco después. La niña tenía un año y vivía en las inmediaciones, pero salió a la calle cuando sus padres se descuidaron.
Después de recibir la carta de agradecimiento, Hiroshi dijo: “Con todas las noticias sobre los niños de estos días, no sé qué le habría pasado a esta niña si hubiera estado caminando sola y no nos dábamos cuenta, me siento aliviado que la hemos encontrado por casualidad“.
El inspector de policía, Eri Yahata, de la comisaría de Yotsukaido, que estaba de servicio en ese momento, elogió a los Mabuchi, diciendo que habían tomado las medidas adecuadas y evitado que la pequeña se viera involucrado en un accidente y añadió: “Los niños pueden comportarse de forma inesperada, por lo que incluso en su propia casa hay que vigilarlos. Pueden comportarse de forma imprevisible, así que le rogamos que se les vigile, incluso en su propia casa”.
Casualmente los Mabuchi están esperando una niña que nacerá el próximo mes de febrero. Dijeron que actuaron inmediatamente por una especie de amor paternal, y ambos sonrieron y dijeron: “Pensamos que nos podía pasar a nosotros, así que fue una muy buena lección o experiencia de aprendizaje para cuidar a nuestra niña que ya viene”.