Los legisladores de la oposición de Corea del Sur criticaron duramente al jefe del organismo nuclear de las Naciones Unidas hoy domingo por su aprobación de los planes japoneses de liberar las aguas residuales tratadas de la planta nuclear dañada de Fukushima.
Grossi, el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, llegó a Corea del Sur durante el fin de semana para reunirse con funcionarios del gobierno y críticos, y ayudar a reducir las preocupaciones públicas sobre la seguridad alimentaria.
La semana pasada, la AIEA aprobó los planes japoneses de descarga, afirmando que el proceso cumpliría con las normas internacionales de seguridad y tendría un impacto ambiental y de salud insignificante. El gobierno de Corea del Sur también ha respaldado la seguridad de los planes japoneses. En su reunión con miembros del Partido Democrático Liberal, que controla la mayoría en el parlamento de Corea del Sur, Grossi dijo que la revisión de la AIEA de los planes japoneses se basó en investigaciones “transparentes” y “científicas”.
Reconoció las preocupaciones sobre cómo los planes japoneses se llevarían a cabo en la realidad y dijo que la AIEA establecería una oficina permanente en Fukushima para monitorear de cerca cómo se implementa el proceso de descarga en las próximas tres décadas. Los legisladores respondieron criticando duramente la revisión de la AIEA, que según ellos descuidó los impactos ambientales y de salud a largo plazo de la liberación de las aguas residuales y amenaza con sentar un mal precedente que podría alentar a otros países a desechar desechos nucleares en el mar.
Solicitaron a Japón que abandone los planes de descarga y trabaje con los países vecinos para encontrar formas más seguras de manejar las aguas residuales, incluida una posible búsqueda de almacenamiento a largo plazo en tierra. El partido también criticó al gobierno del presidente surcoreano Yoon Suk Yeol por poner en riesgo la salud de las personas mientras intenta mejorar las relaciones con Japón.
“Si cree que (las aguas residuales tratadas) son seguras, me pregunto si estaría dispuesto a sugerir al gobierno japonés que utilice esa agua para beber o para fines industriales y agrícolas, en lugar de verterla al mar”, dijo a Grossi Woo Won-shik, legislador del Partido Democrático que asistió a la reunión. El partido dijo que Woo ha estado en huelga de hambre durante los últimos 14 días para protestar contra los planes japoneses de descarga.
Bajo la vigilancia del personal de seguridad parlamentaria, decenas de manifestantes gritaron cerca del vestíbulo del salón principal de la Asamblea Nacional, donde se llevaba a cabo la reunión, sosteniendo carteles denunciando a la AIEA y Japón. Grossi iba a volar a Nueva Zelanda más tarde el domingo y luego viajaría a las Islas Cook mientras intenta tranquilizar a los países de la región sobre los planes japoneses.
Cientos de manifestantes también marcharon en el centro de Seúl el sábado exigiendo que Japón abandone sus planes. Los funcionarios japoneses afirman que los tanques deben ser retirados para dejar espacio para construir instalaciones para el desmantelamiento de la planta y minimizar el riesgo de fugas en caso de otro desastre importante.
Resumen: Agencias
