Japan añadirá las ballenas de aleta grande a su lista de especies de caza comercial, dijo hoy el portavoz del gobierno Yoshimasa Hayashi, cinco años después de abandonar un organismo internacional que regula la caza comercial de mamíferos marinos.
Japón reanudó la caza comercial en sus aguas territoriales y zonas económicas exclusivas en 2019, al retirarse de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Esta semana, su Agencia de Pesca solicitó comentarios públicos sobre una revisión del borrador de sus políticas de control de recursos acuáticos que permitiría la caza comercial de ballenas de aleta grande. El gobierno japonés continuará promoviendo la caza de ballenas y tomará las medidas diplomáticas necesarias, dijo Hayashi en una conferencia de prensa regular. “Las ballenas son recursos alimenticios importantes y deben ser utilizadas de manera sostenible, basándose en evidencia científica”, dijo Hayashi, secretario del gabinete, refiriéndose a la ampliación de la captura permitida para incluir ballenas de aleta.
“También es importante heredar las culturas alimenticias tradicionales en Japón” agregó.
Japón capturó un total de 294 ballenas minke, ballenas de Bryde y ballenas sei el año pasado, según la Agencia de Pesca, que actualmente limita la caza comercial a las tres especies relativamente menores.
El consumo de ballenas en Japón alcanzó su punto máximo a principios de la década de 1960, pero no se generalizó a medida que otras carnes se volvieron más fácilmente disponibles.
Japón recibió críticas de grupos ambientales por lanzar lo que llamó caza de investigación científica en 1987, siguiendo una regulación de la CBI que prohibía la caza comercial de ballenas.
Australia y Nueva Zelanda fueron algunas de las naciones que expresaron su decepción cuando Japón declaró que se retiraba de la CBI en 2018.
Resumen: NHK
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