Hiroki Kato, que perdió a su mujer y sus dos hijas luego que el peruano Vayron Nakada las matara a cuchilladas ha presentado una demanda judicial en forma de reclamación de indemnización estatal, alegando que la Policía de la Prefectura de Saitama no advirtió a los ciudadanos lo suficiente. En total, el peruano mató a seis personas.
El recurso se presentó en el Tribunal Superior de Tokio la semana pasada.
Antes de los asesinatos, un ciudadano peruano, Vayron Nakada, se había escapado de la comisaría de Kumagaya de la policía de la prefectura de Saitama, y después de descubrir el primer asesinato (de la anciana Kazuyo Shirai) la policía de la prefectura de Saitama publicó una lista de “personas de interés” incluyendo a Nakada.
Sin embargo, la policía de la prefectura no reveló que Nakada se había fugado de la comisaría solo hasta después de la muerte de la familia Kato.
Antes de los crímenes la policía lo detuvo cuando caminaba perdido por las calles de Kumagaya. En un momento de descuido desapareció de la vista de los policías.
En abril de este año, el Tribunal del Distrito de Saitama, el tribunal de primera instancia, desestimó el caso del Sr. Kato alegando que no había nada ilegal en la información proporcionada por la policía de la prefectura.
En el primer alegato oral de la vista de apelación, el Sr. Kato expuso su opinión: “Cuando volví a casa después del trabajo, era el único vivo de mi familia. Si al menos hubieran dicho a los vecinos que existía la posibilidad de que esa persona se escapó de la policía, que representaba un peligro, mi familia habría podido hacer frente a la situación“, dijo.
En la vista de apelación, al igual que en el primer juicio, la cuestión era si el incidente podía o no preverse, es decir, si la policía podía o no conocerlo de antemano, y si la policía tenía o no un “deber de evitar las consecuencias” basado en esa previsibilidad.
NOTA: Vayron Nakada originalmente había sido condenado a muerte por el Tribunal del Distrito de Saitama en marzo de 2018, pero la pena fue anulada en diciembre del 2019 ya que el Tribunal Superior de Tokio decidió que el acusado no podía ser considerado completamente responsable de sus actos debido a la esquizofrenia que padecía en el momento de los crímenes. Actualmente purga cadena perpetua (prisión indefinida).
