Grupos de defensa de los derechos de las personas LGBTQ condenaron los recientes comentarios discriminatorios de un alto colaborador del primer ministro Fumio Kishida, exigiendo a su gobierno que promulgue leyes que prohíban la discriminación contra las minorías sexuales, legalice el matrimonio entre personas del mismo sexo y garantice la igualdad de derechos antes de que Japón acoja la cumbre del Grupo de los Siete, cumbre a realizarse en mayo en Hiroshima.
Sus declaraciones en una rueda de prensa celebrada ayer fueron ante las realizadas la semana pasada por Masayoshi Arai, ayudante de Kishida, que fue despedido tras declarar a los periodistas que no le gustaría vivir junto a personas LGBTQ y que los ciudadanos huirían de Japón si se permitiera el matrimonio entre personas del mismo sexo.
A pesar del rápido despido de Arai por parte de Kishida, un comentario que el primer ministro hizo a principios de la semana pasada suscitó dudas sobre sus intenciones hacia las minorías sexuales.
En ese entonces, respondiendo a la pregunta de un legislador de la oposición en el parlamento, Kishida dijo que permitir o no el matrimonio entre personas del mismo sexo es “una cuestión que debe examinarse con sumo cuidado. La decisión requiere un examen exhaustivo de toda la sociedad porque la cuestión puede cambiar el concepto de familia y los valores, así como la sociedad misma“, afirmó.
En la conferencia de prensa de ayer, los activistas LGBTQ y sus partidarios dijeron que, mientras que las declaraciones de Arai mostraban un prejuicio abierto contra las minorías sexuales, los comentarios equívocos de Kishida sugerían su reticencia a abordar la cuestión a pesar de su anterior promesa de crear una sociedad inclusiva y diversa.