El gobierno ha comenzado a considerar la apertura de la industria del transporte a conductores extranjeros de camiones, autobuses y taxis, incluyéndolos en una categoría de residentes específica debido a la significativa escasez de mano de obra informa el diario Mainichi.
Dado que la fuerza laboral nacional de Japón escasea debido a la disminución de la población, es probable que aumente la búsqueda de recursos humanos extranjeros.
El gobierno tiene como objetivo implementar este cambio de política para finales de este año fiscal.
A partir de abril de 2024, las horas extra para los conductores de camiones y otros vehículos estarán limitadas a 960 horas al año.
Existen preocupaciones de que esto empeore aún más la escasez de mano de obra, y la situación ha sido denominada el “problema 2024”, donde será imposible satisfacer la demanda de transporte de personas y mercancías.
El número de conductores disminuye y también existe una necesidad urgente de reclutar a la generación más joven.
La industria del taxi, en particular, está dominada por personas mayores, con una edad promedio de los conductores de 58.3 años en el año fiscal 2022.
El número de conductores de taxis corporativos fue de aproximadamente 340,000 en el año fiscal 2011, pero disminuyó en más del 30% en 10 años, alcanzando alrededor de 220,000 en el año fiscal 2021.
Se requiere una licencia para trabajar como conductor, y una “licencia de Clase 2” es obligatoria para los autobuses y taxis que transportan pasajeros informa el diario Mainichi.
Las pruebas se han realizado solo en japonés, lo cual representa un obstáculo para los extranjeros.
Y se evalúa que es necesario considerar cómo apoyar a los extranjeros ante la barrera del idioma al realizar las pruebas de Clase 2 y cómo garantizar una conducción segura.
Algunos han sugerido establecer un sistema de capacitación para conductores extranjeros, pero cómo establecer dicho sistema sigue siendo algo por resolver.
Resumen: Mainichi
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