La familia de una mujer de Sri Lanka que murió mientras estaba detenida en un centro de inmigración de Nagoya el año pasado, exigió una disculpa del gobierno en una demanda por daños y perjuicios contra el Estado.
La familia de Wishma Sandamali, que alega que murió por falta de la atención médica necesaria cuando estaba detenida, presentó la demanda en marzo, solicitando 156 millones de yenes (1,17 millones de dólares) por daños y perjuicios.
“Queremos que el gobierno japonés se disculpe y admita su responsabilidad” por su muerte, dijo Wayomi, la hermana de Wishma, en la primera audiencia en el Tribunal de Distrito de Nagoya.
“Quiero que se revise el sistema de inmigración de Japón. Creo que Japón se convertirá en un país que valora a los seres humanos”, añadió.
Wishma murió a la edad de 33 años el 6 de marzo del año pasado en la Oficina Regional de Servicios de Inmigración de Nagoya tras quejarse de dolor de estómago y otros síntomas desde mediados de enero.
El equipo jurídico de la familia ha exigido al gobierno que haga públicas todas las grabaciones de las cámaras de seguridad del tiempo que Wishma estuvo detenida, diciendo: “La afligida familia tiene derecho a saber la verdad, y el juez tiene el deber de saber qué ocurrió”.
“Queremos saber por qué la dejaron morir”, dijo Poornima, la otra hermana.
La Of. de Inmigración ha mostrado solo una parte y se ha negado a mostrar la totalidad de las imágenes de las cámaras de grabación.