Ayer comenzó el juicio civil que acusa a la policía japonesa de discriminación por perfil racial. Los demandantes dieron emotivos testimonios sobre las constantes paradas e interrogatorios sin motivos válidos. El caso, presentado por tres residentes en Japón con ascendencia extranjera, alega discriminación y violación de sus derechos humanos.
Japón carece de leyes contra la discriminación y de directrices contra la elaboración de perfiles raciales.
El gobierno y la policía niegan la discriminación, y se espera que presenten sus alegaciones en julio. Los demandantes demandan al gobierno nacional, a la policía y a la policía prefectural, solicitando daños y perjuicios y los honorarios de los abogados.
La demanda llama la atención sobre el trato que reciben los extranjeros y cuestiona la cultura insular de Japón.
El abogado de los demandantes destacó cómo la policía interroga desproporcionadamente a las personas por motivos de raza, color de piel u origen étnico.
Una encuesta reveló que el 62,9% de las personas de ascendencia extranjera en Japón habían sido interrogadas por la policía sin motivo alguno en los cinco años anteriores, a pesar de que no había diferencias en los índices de delincuencia entre japoneses y extranjeros.
Los testimonios de los demandantes, entre ellos un residente permanente estadounidense, arrojan luz sobre los retos a los que se enfrentan, y piden reconocimiento y cambios en la sociedad japonesa.