En el mercado de divisas de Nueva York, el yen cayó temporalmente hasta la cota superior de 151 yenes por dólar por primera vez en casi un año, ya que la percepción del diferencial de tipos de interés entre Japón y EE.UU. aceleró la venta de yenes y la compra de dólares debido a la percepción de que la decisión del Banco de Japón de flexibilizar las operaciones de política monetaria no era una revisión importante informa NHK.
En el mercado de divisas de Nueva York, el 31 de octubre en EEUU, (1 de nov. en Japón), el yen aceleró su depreciación y cayó temporalmente hasta 151,74 yenes por dólar.
Era la primera vez en casi un año, desde octubre del año pasado, que el yen alcanzaba el nivel de 151 yenes por dólar.
Ayer, el Banco de Japón decidió flexibilizar su política monetaria, pero para el mercado neoyorquino no fue una revisión importante y la opinión generalizada era que la relajación monetaria continuaría.
Además, los indicadores económicos publicados ese día, como un índice de la opinión de los consumidores estadounidenses sobre la economía, superaron las expectativas del mercado y mostraron una vez más la fortaleza de la economía de EE.UU., lo que sensibilizó sobre el diferencial de tipos de interés entre EE.UU. y Japón y animó a los inversores a vender yenes y comprar dólares, que se espera que rinda más.
Una fuente del mercado comentó: “Muchos inversores están vendiendo yenes porque consideran que el Banco de Japón tardará en levantar los tipos de interés negativos. También está retrocediendo la sensación de cautela ante la posibilidad de que el Gobierno japonés y el Banco de Japón intervengan en el mercado, lo que ha dificultado la detención de la depreciación del yen”.
Detrás de la rápida depreciación del yen frente al dólar en los mercados de divisas están la política monetaria del Banco de Japón (BoJ) y las observaciones y especulaciones del mercado sobre su intervención en el mercado.
En Nueva York, un día antes de que el BoJ anunciara los resultados de su reunión de política monetaria, la información de que el BOJ podría revisar de nuevo su marco para las operaciones de tipos de interés, conocido como control de la curva de rendimientos, aumentó las expectativas de un cambio de política y provocó una fuerte tendencia compradora del yen.
El interés del mercado se centró en saber si el BoJ suprimiría el “control de la curva de rendimientos” y si indicaría cuándo levantaría su política de tipos de interés negativos.
Así, el BOJ decidió flexibilizar sus operaciones de política monetaria. Sin embargo, el mercado aceptó de forma generalizada que no se trataba de una revisión importante y continuó la depreciación.
Resumen: NHK
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