Según el Departamento de Transporte del distrito de Kinki, un conductor de una empresa de autobús continuó su trabajo a pesar de que ya estaba confirmado que se sabía que estaba contagiado de coronavirus.
El día 8 de agosto pasado un conductor de la empresa “Sunshine Express” ubicada en la ciudad de Tamba Sasayama dio resultado positivo en la prueba de COVID-19 que fue realizada antes del trabajo.
Sin embargo la empresa indicó al conductor que continuara su labor, y el conductor manejó el autobús nocturno que partió de Tokio por la noche de ese día hacia Osaka.
En el mes de octubre una persona informó sobre este caso de forma anónima al Departamento de Transporte y así se empezó la investigación. La empresa reconoce el hecho, explicó que el conductor no presentaba síntoma alguno de COVID-19, y el asiento del conductor y el espacio para pasajeros están separados completamente con cortinas, por eso consideró que no causaría problema.
La empresa agrega que justamente fue una época ocupada durante las vacaciones de verano y fue díficil buscar otro conductor tan rápidamente. En ese autobús viajaron 27 pasajeros, pero no se sabe si alguien fue contagiado o no debido a este conductor.
El departamento impuso a la empresa una sanción administrativa de suspender el uso de 3 autobuses durante 30 días.