La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley para introducir la custodia compartida después del divorcio durante una sesión plenaria realizada hoy. La actual legislación civil de Japón solo permite la custodia exclusiva de uno de los padres. El proyecto de ley propone permitir a los padres divorciados elegir entre la custodia exclusiva o la custodia compartida, en medio de llamados para reconocer la diversidad en las relaciones familiares.
Los defensores del sistema de custodia compartida afirman que permite a ambos padres divorciados participar en la crianza de los hijos y que las nuevas reglas llevarían a Japón a estar en línea con otros países. Sin embargo, los críticos han expresado preocupaciones sobre la protección de las víctimas de abuso o violencia doméstica.
El proyecto de ley patrocinado por el gobierno será enviado ahora a la Cámara de Consejeros, la cámara alta del parlamento, sentando las bases para su aprobación durante la actual sesión de la Dieta hasta junio. Si se promulga, la nueva legislación entrará en vigor en 2026 y se aplicará de forma retroactiva a aquellos que ya se han divorciado.
Según las enmiendas previstas a la ley civil, un tribunal de familia intervendrá en caso de disputa en la elección de los arreglos de custodia por parte de los padres.
En los casos en los que se sospeche de abuso infantil o violencia doméstica por parte de uno de los padres, la nueva legislación requerirá que el otro padre tenga la custodia exclusiva.
El número de menores con padres divorciados era de alrededor de 180,000 en 2021, en comparación con aproximadamente 70,000 en 1960, según datos del Ministerio de Justicia.
Tokio ha enfrentado críticas a su sistema de custodia exclusiva, que plantea desafíos para los ciudadanos extranjeros que buscan mantener relaciones con sus hijos si sus parejas divorciadas regresan a Japón con ellos.
Pero las víctimas de violencia doméstica temen que el nuevo sistema pueda dificultarles cortar lazos con sus agresores, ya que mantendría conexiones con sus ex cónyuges.
Algunos también temen que dichas víctimas no puedan negociar la custodia exclusiva o compartida en igualdad de condiciones.
Para abordar estas preocupaciones, el proyecto de ley fue modificado durante las deliberaciones parlamentarias para agregar una cláusula que insta a considerar medidas para “confirmar la verdadera intención” de cada padre.
Bajo la custodia compartida, no es necesario llegar a un consenso entre los padres para tomar decisiones sobre asuntos cotidianos, como qué alimentar a los niños y si vacunarlos.
Los padres deben llegar a un consenso sobre asuntos importantes, como la educación y el tratamiento médico a largo plazo, pero si no pueden hacerlo a tiempo en una situación urgente, uno de los padres puede decidir por sí mismo.
Dado que no estaba claro qué constituiría una situación urgente, los legisladores instaron al gobierno a proporcionar ejemplos en sus pautas.
Resumen: Jiji Press
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