Se reveló que un niño de cuatro meses que había sido dejado en una guardería del distrito de Setagaya (Tokio) murió mientras dormía. Se llevó a cabo una investigación y se reveló que el personal no estaba cualificado como cuidador de niños, que se hicieron cargo del niño a pesar del alto riesgo y que el director era extremadamente inconsciente de las consideraciones de seguridad. El Departamento de Policía Metropolitana está investigando al director como sospechoso de homicidio involuntario.
Según la policía, sobre las 15.20 horas del 13 de diciembre pasado se recibió una llamada del 119 desde la guardería, y el niño fue trasladado al hospital, donde se confirmó su muerte sobre las 16.50 horas. La autopsia no reveló traumatismos significativos y no se ha determinado exactamente la causa de la muerte aunque la investigación reveló que fue dejado boca arriba y murió por asfixia.
Según la guardería, el niño no se durmió después de comer, y un miembro temporal del personal lo cargó y lo puso en el futón mientras el director estaba fuera por motivos de trabajo. Al cabo de unos 25 minutos, un miembro del personal llamó al director comunicando el estado del niño. De los tres miembros del personal presentes en ese momento ninguno estaba cualificado como personal de guardería o enfermería.
El director, Etsuo Nozaki (58), fue entrevistado ayer y declaró: “Lo siento. El personal me dijo que mientras yo estaba fuera, ‘lo puse boca abajo y lo dejé dormir’. Cuando volví, el niño estaba boca arriba”.
En una rueda de prensa celebrada ayer, la familia reveló que el niño se llamaba Masaki. Afirmó que el niño murió asfixiado por un cuidado inadecuado al dormir boca arriba, y declaró: “Si se aclaran las circunstancias y mejora un poco el entorno que rodea al cuidado de los niños para que no vuelva a ocurrir el accidente, creo que Masaki podrá volver un poco a la vida” dijo su madre.
